30 septiembre 2006

Proyecto de Estatuto del Trabajador Autónomo

Para que se note que esta es, también, una bitácora de empresa, voy a hablar de una noticia que quizá me afecte, o quizá no, y es el proyecto de creación de un Estatuto del Trabajador Autónomo.

Aunque, a todos los efectos, soy un trabajador más, con la particularidad de que soy dueño de una parte de la empresa donde trabajo, la Seguridad Social me encuadró en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, por la existencia de lazos familiares con los demás socios. Ello supone que poseo el control efectivo de mi empresa, de manera que todos los meses tengo mi nómina, parte de la cual se me va en las cuotas del autónomo.

Siempre es interesante que el Estado se acuerde de uno, aunque, en ciertas cosas, mantengo algún escepticismo ante la propuesta. Todavía recuerdo ciertas declaraciones de no recuerdo qué responsable público que venían a decir que "el mayor problema de la Seguridad Social son los autónomos". La verdad es que no deja de tener su gracia que seamos un problema, al parecer, tan grave y que, por otro lado, nos tengamos que dar de alta so pena de cuantiosas sanciones. Con lo fácil que sería no estar obligados a afiliarnos para acabar con el "gran problema". Aquellas declaraciones abrieron la veda a subidas en la cotización que afectaron a los autónomos más débiles, por desgracia, todos los socios de mi empresa. Las cuotas mínimas se subieron en mayor medida para autónomos que empezábamos - por culpa del aumento del Salario Mínimo Interprofesional, pero esa es otra historia - y para las personas con mayor riesgo de exclusión, los autónomos mayores de 50 años. No han sido "pequeños aumentos" como nos dijeron en la primera y única carta que nos mandaron para conformarnos.

Con estos precedentes, no dudo que van a aprovechar el Estatuto para aumentar la recaudación a nuestra costa. Sin embargo, hay unos cuantos puntos curiosos e interesantes. Puede verse aquí el informe del comité de expertos sobre el Estatuto del Trabajador Autónomo en PDF. No he leído enteras las 209 páginas del informe, pero las cosas que he sacado en claro son positivas. En resumen:

  • Se limitará la responsabilidad económica de los autónomos frente a deudas en que incurran a causa de su actividad. Un autónomo, o empresa individual, responde a las deudas de su actividad empresarial con todos sus bienes, presentes y futuros, lo que constituye el mayor riesgo que asume en su actividad. Una multa de 300.000 euros (y hay ciertas instituciones que pueden poner multas así por tonterías, cuyo nombre me callo) y estás arruinado para toda la vida. Eso va a limitarse, declarando inembargable la vivienda habitual y el vehículo particular del autónomo, entre otras cosas.
  • Se le presta gran atención a una nueva figura, la del autónomo dependiente. Aunque, en teoría yo soy uno, en la práctica esa legislación no va por mí, ya que soy un trabajador por cuenta ajena más. Se trata de que todos los comerciales que están dados de alta bajo la modalidad de "contrato mercantil", o ciertos tipos de trabajadores "freelance" que, en la práctica, trabajan en exclusiva para un solo cliente. Se establecen derechos como el prestaciones por embarazo, 15 días anuales de vacaciones y limitaciones en la jornada.
  • Un punto interesante es la posibilidad de establecer cuotas para jornadas inferiores a la completa. Así se podrá cotizar sólo por media jornada, y no exclusivamente a jornada completa aunque ya tengas otro trabajo y el autónomo sea sólo para fines de semana. Es uno de los puntos que más posibilidades tienen, pienso, de no salir adelante, pero es una medida lógica e inteligente que ha sido valiente plantear.
  • Otro punto curioso, que tampoco veo muy fácil que salga adelante, es la posibilidad de suspender temporalmente el pago de las cotizaciones cuando el autónomo acredite unos ingresos brutos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional, al menos, durante los dos primeros años de actividad. Esta es otra medida valiente, pero temo que los requisitos para tener derecho sean tan complejos que sea igual que pedir la baja, que casi ninguno lo hacemos por el papeleo.

No sé cómo quedará en realidad la cosa, pero algo se mueve en las altas instancias. Es verdad que los que no hemos tenido más remedio que el autoempleo tenemos demandas más urgentes, como aumentar la seguridad, tanto frente a la delincuencia (los joyeros están cayendo como moscas y aunque pilles a un ladrón con las manos en la masa, es complicadísimo que te restituyan lo robado o que le detengan), como frente a la ley (muchos autónomos viven en inseguridad jurídica permanente, violando leyes, a veces, desconocidas y a veces casi imposibles de cumplir salvo que seas una gran empresa).

Está bien que se proteja a los autónomos. O lo hacemos o acabaremos en manos de las multinacionales, como en las novelas futuristas.

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